“No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin ni siquiera darnos cuenta.”
Vincent Van Gogh.
Desde el genio de Van Gogh, hasta el prestigioso psicólogo y escritor Goleman, se ha ido evidenciando la importancia fundamental de las emociones en el comportamiento humano, a las que Goleman confiere incluso un porcentaje apabullante del éxito empresarial.
“Al comparar a los trabajadores más eficientes con los trabajadores medios en puestos ejecutivos sénior, cerca del 90% de la diferencia de sus perfiles se debe a factores relacionados con la inteligencia emocional en lugar de estar relacionados con habilidades cognitivas”
Daniel Goleman
La inteligencia emocional se ha convertido en la panacea de la educación, las relaciones y hasta de la gestión empresarial, siendo una piedra angular en cualquier proceso de desarrollo personal y profesional.
Pero ¿qué es la inteligencia emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de sentir, entender y aplicar efectivamente el poder y la percepción de sus emociones y las emociones de los demás con el fin de facilitar un mayor nivel de colaboración y productividad.
El biólogo y filósofo chileno Humberto Maturana expone que:
“No es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones.”
Y desde luego, las emociones dirigen inconscientemente la mayoría de nuestras acciones. Antes del proceso cognitivo, nuestras emociones tienen un efecto fisiológico sobre nosotros, incluso antes de entender lo que estamos sintiendo. Se trata esencialmente de los restos del prehistórico instinto de supervivencia “lucha o huida”. En momentos de gran emoción, la corteza pre-frontal, la más lenta y compleja (que controla el pensamiento racional y la toma de decisiones) se apaga y nuestra amígdala, más rápida e instintiva entra en acción, permitiéndonos reaccionar con rapidez.
La inteligencia emocional en la empresa
Sin embargo, si bien la capacidad para reaccionar con rapidez basada en la emoción es esencial para la supervivencia, no es muy útil por si sola para ayudarnos a tomar decisiones en nuestras vidas personales y profesionales. He aquí la necesidad e importancia de desarrollar y potenciar la inteligencia emocional en nuestra actividad laboral.
Para lograr una mayor productividad, rendimiento y liderazgo en una organización empresarial se debe desarrollar un alto nivel de inteligencia emocional.
Por fortuna, la inteligencia emocional se puede medir y, sobre todo, se puede aprender.
Las 5 áreas de la inteligencia emocional
Tenemos a nuestro alcance la posibilidad de evaluar con TTI Talent Insights nuestras habilidades en cinco áreas de la inteligencia emocional:
- Autoconciencia
- Autocontrol
- Motivación
- Empatía
- Habilidades interpersonales
Las tres primeras habilidades se circunscriben en la inteligencia emocional intrapersonal, que se refiere a lo que ocurre dentro de ti, y las dos últimas son de inteligencia interpersonal que se centra en las relaciones con los demás.
El orden de las cinco áreas no es aleatorio, sino que cada una depende y engloba a la anterior, de manera que es interesante trabajar en cada una de ellas de forma secuencial, empezando por la manera que cada uno entiende y controla sus emociones y se automotiva. Y después se desarrolla la empatía y las relaciones con los demás.
En los siguientes posts se facilitarán descripción y sugerencias para cada una de estas cinco áreas de la inteligencia emocional.